La vista del imponente Monte Titano nos acoge en un Estado extranjero, una de las naciones más pequeñas por su superficie y la república más antigua del mundo: San Marino.

Sus muros medievales fueron diseñados para protegerla de los enemigos, en la actualidad revelan a los amigables visitantes todo el encanto de una historia de siglos de antigüedad y las impresionantes vistas panorámicas, donde la mirada se pierde en el horizonte, con Rímini y los balnearios de la costa adriática.

El Palacio Público, sin embargo, recuerda el orgullo de una antigua autonomía, siendo la sede de las instituciones de la República y, frente a él, la estatua de la Libertad con su mirada benévola y orgullosa.

La basílica de San Marino del siglo XIX celebra el patrón y fundador del Estado, el tallista de Dalmacia quien escapó de las persecuciones del emperador Diocleciano contra los cristianos.

La historia, la religión, la cultura, pero también los paseos de shopping en esta gira por tierra extranjera.

Sí, porque aquí muchos productos están libres de impuestos y se pueden comprar a precios más bajos, desde perfumes a finos artículos de cuero, desde lentes hasta artículos de informática.

No falta nada, hasta la hora de regresar, a la sombra de las torres medievales y por la mole imponente del Monte Titano, con una riqueza de conocimientos, imágenes, recuerdos y tal vez con algunas bolsas de buenas compras.