Si todos los caminos conducen a Roma, un motivo habrá.

Y recorrer con nosotros las calles de la “ciudad eterna” es como viajar en el tiempo, a través de siglos de historia, presenciados por la majestuosidad del Colosseo y del Foro Romano, cuyos restos se admiran caminando a lo largo de la Via dei Fori Imperiali.

Al final de ésta, llegamos a otra Roma, no más la imperial “esclava de la Urbe”, sino la capital de una Italia Unida bajo la corona de Vittorio Emanuele II de Savoia, cuyo monumento ecuestre se erige desde el Altare della patria, así como la estatua de bronce del emperador Marco Aurelio en el Campidoglio.

Piazza Venezia recuerdan la dramática realidad del período fascista, la restaurada Fontana di Trevi, el sueño hecho en película de la Roma Felliniana, mientras que la monumental escalinata en la Piazza di Spagna el glamour de la moda. Y con todas esas escaleras, es reconfortante una “pasta all’amatriciana” o una “carbonara”, en un típico restaurante, para volver a partir, visitando el Panteon, Piazza Navona y cruzar el Tiber para llegar finalmente al Vaticano, delante de la inmensa cúpula de San Pietro, centro de la cristiandad y teatro del “Angelus domenical” de papa Francisco, al cual, quien quisiera puede asistir durante la mañana.

Desde la sombra del “cupolone” hasta la del Vesubio, sigue el viaje hacia el Sur, donde es posible visitar los restos arqueológicos de la ciudad destruida por el volcán y en la cual el tiempo se ha detenido en el año 79 d.C., cuando edificios, calles y la vida de los ciudadanos de Pompei se congelaron para siempre por las incandescentes ceniza de la erupción.

Otra opción es la de visitar la antigua Republica Marinara de Amalfi e la sua costiera, área paisajísticamente única, donde roca y vegetación mediterránea se funden en un espectáculo para la vista, declaradas patrimonio de la UNESCO. Y en estas aguas es posible sumergirse, con un reconfortante descanso, sonando en nuestras mentes las notas y melodías de las canciones populares dedicadas al Golfo di Sorrento y a la fascinante visita de Positano, joya de la costa amalfitana.

Las mismas aguas azules bañan Capri, otra posibilidad para nuestros visitantes, isla cuyo encanto permanece inalterable en el tiempo, como la roca de los farallones que emergen del mar y los juegos de colores de la Grotta Azzurra.

U otra magnifica isla, la verde Ischia, última opción para la mañana, con sus áreas termales, las alturas cultivadas con viñedos y Punta Imperatore, el extremo oeste del Golfo.

El Tour no puede concluir sin la visita a Napoli, la ciudad del sol y de la música donde las palabras se cantan y el patrimonio cultural es inmenso como demuestran el “Maschio Angioino”, imponente castillo del ‘200 que narra de un pasado glorioso, Capital de un Reino, el Teatro San Carlo, la Galleria Umberto I, la Piazza del Plebiscito, dominada por la inconfundible fachada de la Basílica de San Francesco de Paola.

Y a este conjunto de identidad y cultura no puede faltarle un paseo por Via Toledo o las callecitas del centro, donde saborear una “tazzuriella y café“, probar un “babá, la sfogliatella o la típica pizza fritta” obviamente napolitana DOC!